sábado, 21 de agosto de 2010

EL TABERNÁCULO DE DAVID (Agosto 15, 2010)

Pastor Edgar Entrambasaguas
1. Las costumbres, tradiciones y ritos invalidan la Palabra y limitan la presencia de Dios
Hechos 15:1-5 El concilio en Jerusalén fue uno de los primeros concilios de la época. Todos los ancianos, apóstolos y líderes fueron convocados, así como Pablo y Bernabé. Estaba sucediendo algo inusual: Los gentiles se estaban convirtiendo al Señor. Dentro de los judíos, algunos fariseos se habían convertido y decían que si los gentiles querían convertirse, debían circuncidarse y seguir la ley de Moisés. Estaba entrando una corriente judaizante muy fuerte. Por ejemplo, Timoteo era griego y por causa de los judíos tuvo que circuncidarse. Tito era descendiente de griegos y también tuvo que ser circuncidado.
Los fariseos y saduceos eran las dos sectas más importantes en Israel y conformaban el Sanedrín. Ellos instigaron para la muerte de Jesucristo. Se caracterizaban por:
• Los saduceos eran los hombres ricos y aristócratas del grupo, los sumos sacerdotes y líderes más importantes. Eran más políticos que religiosos, negociaban políticamente con el imperio romano para mantener la paz en Israel. Eran conservadores de la doctrina y daban más importancia a la palabra escrita que a la tradición oral porque la palabra era de Dios. Negaban la intervención de Dios en asuntos de la vida diaria. Eran más materialistas y negaban la resurrección de los muertos porque no creían en una vida después de la muerte. Entonces, no creían en que hay una recompensa o castigo después de la muerte de acuerdo a lo hecho en la tierra. Negaban el mundo espiritual, no creían en ángeles ni en demonios. En síntesis, estaban más preocupados por la política y su interés personal.

• Los fariseos (significa apartado) eran el grupo minoritario dentro del Sanedrín, pero eran los que tenían más importancia porque al ser gente común, hablaban en representación del pueblo. Jesucristo a los que más atacó fue a los fariseos. Creían en la tradición oral, con lo que añadieron a la ley dada por Moisés interpretación que la convirtió en leyes de hombres. Por eso los fariseos tenían ciertas tradiciones que se apartaban totalmente de lo que Dios había establecido en la ley. Creían que Dios intervenía en las decisiones del hombre y también creían en la resurrección de los muertos. Además, aceptaban el mundo espiritual y creían en ángeles y demonios. En síntesis, los fariseos estaban más preocupados por los asuntos de Israel, y aumentaron cientos de artículos a la ley de Moisés que ni ellos mismos podían cumplir.
Hechos 15:6-12 Así como había pugna entre saduceos y fariseos a nivel político y económico, también dentro de la Iglesia de Jerusalén se presentaba esta situación respecto a tradiciones y costumbres. Lo mismo sucede en nuestra época con las diferentes denominaciones de la Iglesia resultado de diferentes posiciones doctrinales. Muchas veces, la costumbre y tradición invalidan la palabra y limitan la presencia de Dios. Pedro se enfrenta con los fariseos y les dice que la salvación es por gracia y no por la ley (v. 11).
Pedro tenía ministerio para los gentiles. Tiempo atrás, tuvo una visión en que se le pedía que coma alimento inmundo que no era permitido para los judíos (Hechos 10:10-15). Gracias a esa revelación, Pedro con algunos acompañantes fue a casa de Cornelio que era una gentil. El Espíritu Santo cayó sobre todos los que oían su discurso y empezaron a hablar en lenguas (Hechos 10:44-48). Los acompañantes de Pedro quedaron asombrados porque aún entre los gentiles hubo el derramamiento del Espíritu. Dios está quebrando nuestros moldes y estructuras. ¿Para qué?
2. Dios quiere reedificar el tabernáculo de David en cada uno para que lo busquemos y Su presencia sea manifiesta en nosotros
Hechos 15:13-16 Jacobo (el hermano de Jesús) dice algo importante porque tuvo una tremenda revelación.
Jacobo se levanta y menciona al profeta Amós: Y reedificaré el tabernáculo de David, que está caído“ (v. 16). No dice voy a reedificar el tabernáculo de Moisés ni el templo de Salomón. Jacobo estaba hablando en el contexto del primer concilio, tomando en cuenta la corriente judaizante que presionaba a la Iglesia y la pugna con saduceos y fariseos por el tema de doctrinas y tradiciones.
Dios quiere reedificar el tabernáculo de David. Él quiere que Su presencia sea manifiesta en medio de nosotros. ¿Qué le puede asombrar a Dios? Lo que conmueve a Dios es que busquemos Su presencia. Tabernáculo significa tienda, una pequeña carpa. El tabernáculo de Moisés, cuyo diseño fue dado a Moisés por Dios, tenía tres lugares: atrio, Lugar Santo y Lugar Santísimo. La primera puerta se llamaba “el camino”. En el atrio estaba el altar del sacrificio y el lavacro que eran de bronce. La segunda puerta se llamaba “la verdad” y sólo los sacerdotes podían entrar por ella. En el Lugar Santo había el candelabro, la mesa de panes de proposición y el altar de incienso. Ese lugar era alumbrado sólo por el candelero. La tercera puerta se llamaba “la vida”. El Lugar Santísimo era un lugar más adentro al cuál el sumo sacerdote podía entrar sólo una vez al año. Todo era rito, costumbres y sacrificios en el tabernáculo de Moisés.
En la época de los jueces, el pueblo se olvidó de Dios y el tabernáculo fue puesto en Silo. En la época de Samuel, el sacerdocio se había corrompido. Por aquel tiempo salió Israel en batalla a los filisteos y fue vencido. Para ser salvados de la mano de su enemigo decidieron traer de Silo el arca del pacto. Nuevamente pelearon con los filisteos, Israel fue vencido y el arca de Dios fue tomada y puesta por los filisteos en la casa de su dios Dagón en Asdod. Al siguiente día, Dagón apareció postrado en tierra delante del arca. Los habitantes de Asdod empezaron a enfermar con tumores por lo que enviaron el arca a Gat. Por siete meses estuvo el arca de ciudad en ciudad. Donde iba había tumores y enfermedades en los pueblos. Por ello, los filisteos deciden devolver el arca al pueblo de Israel, la cuál permaneció en casa de Abinadab por veinte años. Durante aquellos años, Saúl fue elegido como rey y durante su reinado no le importó el arca. Saúl fue desechado por Dios por su desobediencia y aparece David que fue perseguido y desterrado de Israel y que después reina por siete años en Judá.
David anheló toda su vida la presencia de Dios. Siendo pastor, venía un poder sobrenatural sobre él y pudo vencer a osos, leones y al gigante Goliat. ¿Con qué fuerza? Tenía tal intimidad con Dios que permanentemente anhelaba Su presencia. Después que David es ungido como rey de Israel, intenta llevar el arca a Jerusalén.
1 Crónicas 13:1-14 Llegó el gran día para David de traer el arca de Dios a Jerusalén. Llevaron el arca de Dios de la casa de Abinadab en un carro nuevo, y David y todo Israel se regocijaban delante de Dios con todas sus fuerzas. Pero al tropezar los bueyes que llevaban el arca, Uza extendió su mano al arca para sostenerla y Jehová lo hirió y murió delante de Dios. Uza significa fuerza. ¡Cuánta cosa nueva existe al interior de la Iglesia con la fuerza del hombre que invalida la presencia de Dios!.
David tuvo miedo y no trajo el arca a su casa, sino que la llevó a casa de Obed-edom donde permaneció por tres meses. La presencia de Dios es tremenda, la gente puede morir. ¿Por qué nosotros no morimos y, como dice Hebreos, tenemos libre acceso a la presencia misma de Dios? Es como cuando Moisés vio una zarza ardiendo que no se consumía. No morimos porque somos la Iglesia y tenemos el Espíritu Santo, el poder de Dios. Su presencia vive en ti y no mueres porque la sangre del Cordero está rociando tu ser y tienes libre acceso. Sabemos que Él vive en nuestros corazones porque somos templo del Espíritu Santo. Entonces, si tenemos al Espíritu Santo, hagámosle caso. Podemos venir a las reuniones de la Iglesia pero no responder a la presencia de Dios que vive en nosotros. Jehová bendijo la casa de Obed-edom.
1 Crónicas 15:1-3 y v. 25 Al enterarse David de estas bendiciones, busca otra vez la presencia de Dios manifiesta en la gloria shekinah, presencia visible que solamente estaba en el arca. David consultó la palabra y a los sacerdotes para saber cómo debía traer el arca. No es con método del hombre ni con fuerza, sino de acuerdo a la palabra. Tenían que ser los sacerdotes los que transporten el arca en sus hombros. Cada que daban seis pasos sacrificaban un animal hasta llegar a Jerusalén. Todo era fiesta, había júbilo y gozo porque la presencia de Dios había llegado a Jerusalén. David se despojó de sus vestiduras reales e iba vestido de lino fino y llevaba también un efod de lino porque quería la presencia de Dios.
David danzaba, cantaba y hacía que todos tocaran trompeta. Había gozo porque él anhelaba la presencia de Dios. David no hizo tres lugares (atrio, Lugar Santo y Lugar Santísimo) y puso el arca en su casa. La presencia de Dios no estaba oculta para nadie en la casa de David. Por eso, Dios ama restaurar el tabernáculo de David porque allí la presencia de Dios estaba a la vista y todos veían la luz que resplandecía. David tuvo la revelación de que no era por ritos ni costumbres de fariseos y saduceos que se atraía la presencia de Dios. David tuvo revelación de la adoración que se hace en los cielos con los cuatro seres vivientes y miles de ángeles que cantan todo el día. Instauró turnos de grupos sacerdotales, músicos, cantores y profetas para adorar y alabar al Señor las 24 horas del día, los 365 días del año. No solamente Israel veía la luz que resplandecía en el arca, sino también los gentiles. La manifestación de la gloria no puede estar ocultar, tiene que ser manifiesta a todos. Por eso es que Dios ama reedificar el tabernáculo caído de David. David llevó la presencia de Dios a su casa, a su familia. El arca estaba a la vista de todos, aún de los gentiles.




Salmo 24:3-5 ¿Y quién estará en su lugar santo? El limpio de manos y puro de corazón... David sabía cómo tocar el corazón de Dios. No era sacerdote pero se hizo sacerdote. Dios nos ha hecho reyes y sacerdotes en esta tierra para ofrecer sacrificios espirituales como la adoración.
El pueblo de Israel tuvo muchos reyes; los que volvieron al orden davídico de oración y adoración fueron bendecidos, como Josafat, Josías, Esdras, Nehemías. Dios quiere reedificar el tabernáculo de David que está con grietas y caído. El tabernáculo habla de la presencia de Dios. Nosotros como Iglesia somos los que tenemos que reedificar el tabernáculo porque el Espíritu Santo mora en nosotros, pero no le hemos hecho caso por muchos años. Muchas veces ni siquiera hemos tenido relación con Dios.
Amós 9:11-13 Amós vivió y profetizó cuando el templo de Salomón estaba de pie. Israel se había apartado de Ël. Cuando la presencia del Señor sea manifiesta en la Iglesia, la cosecha va a ser tan grande que multitudes desesperadas van a venir a los pies del Señor. Dios quiere restaurar en este tiempo y está restaurando y haciendo en medio de nosotros. No tenemos que descuidar la búsqueda con anhelo de la manifestación de la presencia del Señor. La presencia de Dios es una cosa y Su gracia es otra cosa; van muy relacionadas.



Señor, te damos gracias. Ayúdanos a reedificar el tabernáculo caído de David. Enséñanos de tu presencia que mora en nosotros. Ayúdanos a entender que tú vives en nosotros, que tú actúas en nosotros y que eres poderoso en nosotros. Oramos, en el nombre de Jesús.