viernes, 7 de enero de 2011

PRÉDICA – MINISTRANDO AL SEÑOR Domingo, 26 de diciembre, 2010 Pastor Carlos Nanetti

La transición de Israel a Leví, de Leví a Sadoc y de Judas a Matías
Dios llamó a todo Israel para que los sirviera y le sea un reino de sacerdotes, en el cual todos deberían ministrar al Señor, pero Israel fue tras los ídolos, construyó un becerró de oro y lo adoró en lugar de Dios. Entonces el Señor llamó a la tribu de Leví, porque ellos se levantaron y se pusieron del lado del Señor; Israel perdió la oportunidad de ministrar al Señor. Pasados los años, la tribu de Leví fue también tras los ídolos, entonces Dios levantó a una familia de esta tribu: los hijos de Sadoc, para que le ministrasen y estuviesen delante de Él.
La Iglesia moderna se preocupa mucho en el llamado ministerial para la casa de Dios; sabemos quienes son los apóstoles, profetas, evangelistas, pastores y maestros, y muchas veces luchamos por una posición, pero el llamamiento más alto es ministrar primero al Señor. Todo ministerio de la ministración al Señor.
En los días de la Iglesia primitiva, la palabra “ministerio” era una acción y significaba servir; hoy en día es una posición. La Iglesia se ha llenado de personas buscando posición y no de las que sirven, todos somos llamados a servir, por tanto todos somos llamados al ministerio, al servicio al Señor, mientras hacemos las tareas del día a día.
Si la salida de Egipto representa nuestra salida del mundo, entonces la exigencia del Señor en aquellos días debe ser la misma hoy día. Esta demanda no ha cambiado en la economía del nuevo pacto, esto Dios habló antes de la ley.
Éxodo 3:18; 5:3; 7:16; 8:1; 9:1; 10:3; 23:25
En todas estas citas, Dios le dice a faraón que deje libre a Su pueblo para que le sirva. Si servir es ministrar, como hemos visto, entonces el primer llamado de Dios a Su pueblo es que le ministre. Debemos pensar como Dios piensa, tenemos que aprender a ministrar al Señor.
Éxodo 3:18 Necesitamos un encuentro con Dios y presentarle sacrificios; si no tenemos encuentros con Dios, no podemos ministrarle, menos ofrecerle sacrificios.
El Nuevo Testamento nos habla muy claramente sobre el sacrificio. Romanos 12:1 dice que debemos ofrecernos como un sacrificio vivo, y que este es el culto que tenemos que presentar.
1 Pedro 2:5 Somos una casa espiritual y sacerdocio (sacerdote es el que ministra a Dios) para ofrecer sacrificios espirituales, agradables a Dios.
Hebreos 13:15 Debemos siempre ofrecer a Dios sacrificio de alabanza. El versículo 16 dice que debemos hacer el bien y ayudar a los hermanos, porque de tales sacrificios se agrada Dios.
Filipenses 4:18 La dádiva de los hermanos a Pablo fue un sacrificio acepto y agradable delante de Dios.
Filipenses 2:17 Pablo se ofrecía en sacrificio a Dios.
Estos son algunos ejemplos del Nuevo Testamento sobre el primer llamamiento que tenemos todos los que hemos nacido de nuevo, es decir, vivir para ministrarle al Señor; y de esto debe fluir el ministerio para la casa de Dios.
Éxodo 5:3 Después de 3 días irían a sacrificar a Dios. Con esto aprendemos el principio de los 3 días. Este es el principio de vida, muerte y resurrección; de ser un sacrificio de todo nuestro ser, es decir, espíritu, alma y cuerpo. Tres días nos habla de la vida de resurrección; es esta vida la que a Dios le agrada como sacrificio vivo.
Éxodo 7:16 Necesitamos ir al desierto para servirle. Lo servimos en un lugar como el desierto, porque es un lugar de dependencia de Él.
Éxodo 10:3 Debemos salir de Egipto para servirle. Dios no acepta el sacrificio de Egipto, debemos dejar el mundo para servir a Dios.
Éxodo 23:25 Servirle traerá sanidad a nuestra vida.
Deuteronomio 6:13 Debemos servirle en Su temor. No le tememos porque no le conocemos, entonces para servirle, necesitamos deseperadamente una revelación de Él que traiga nuevamente el temor a la casa de Dios.
Deuteronomio 10:12 Para servirle debemos andar en Sus caminos. Para esto debemos amarlo, y para amarlo necesitamos conocerlo. Si no lo conocemos no podremos amarle como Él demanda ser amado; por lo tanto no podremos guardar Sus caminos.
Deuteronomio 13:4 Para servirle debemos oirle.
Josué 24:14-31 Debemos buscarle con integridd y ministrarle debe ser el asunto más importante en nuestra familia; le servimos por su bondad y es una decisión personal.
Salmo 2:11; 22:30; 100:2
Hechos 13:1-3 Ministrarle al Señor era también importante en el Nuevo Testamento, todo servicio al cuerpo nacía de ministrarle a Él, de conocerle.
La transición:
- De Israel a Leví, de Leví a los hijos de Sadoc. Ezequiel 44:10-23
1.- Fidelidad. Es una escritura profética sobre el ministerio al Señor, en ella vemos como Israrel y los hijos de Levi perdieron el privilegio de ministrar la Señor. Este privilegio pasó a la tribu de Levi, pero ellos también lo perdieron por servir a los ídolos. Entonces Dios levantó a los hijos de Sadoc y ellos fueron hallados fieles para servir al Señor. El vrs. 15 nos enseña que la primera condición para ministrar al Señor es ser hallado fiel, si leemos las cartas a Timoteo, especialmente la segunda, vemos que ese asunto no se puede confiar a cualquiera.
2.- Acercarse a Dios. Para ministrarle necesitamos estar cerca de Él; acercarnos al trono de la gracia. Tenemos que saber cómo llegar delante de Dios. Hebreos 10 nos explica que nos podemos acercar a través de Su sangre, del camino que abrió en Su cuerpo partido, porque Él es nuestro Sumo Sacerdote que intercede por nosotros. Finalmente, para esto necesitamos la guía del Espíritu Santo, no nos acercamos basados en nuestros méritos, ni por que nosotros hayamos encontrado el camino; nos acercamos al trono siempre basados en lo que Él a hecho y en la guía de Su Espíritu.
3.- Estar delante de Dios. Este no es solamente un asunto de estar delante de Él judicialmente por causa de Su obra. Primero, no podríamos estar delante de Dios porque somos pecadores, inmediatamente moriríamos, pero gracias a Dios, que por medio de la redención de Jesucristo tenemos un lugar para estar delante de Él. Cuando Dios nos ve, ve a Cristo. Cuando leemos el A.T. vemos una frase muy interesante, que dice: “Vive el Señor, Dios de Israel, en cuya presencia estoy.” Aquí, el profeta está mencionando estar delante de Adonai; significa que él no hacia nada, ni osaba decir nada, sino lo que oía de la presencia de Dios. Nuestra carne no puede estar delante del Señor, somos demasiado impacientes, siempre tenemos algo que decir u opinar, esto no es estar delante del Señor, estar delante de Él es callar, y vivir sólo para hacer Su voluntad…
4.- Para ofrecer la grosura. En las escrituras la grosura siempre era destinada sólo para Dios, ella habla de la prosperidad, de la vida abundante, de la bendición de Dios, de la vida de lo alto, de la vida nueva, esta vida no es para nosotros, es sólo para la gloria y honra de Dios.
5.- Ofrecerán la sangre. La sangre es para satisfacer la justicia de Dios, para que Él la vea, es para Su gloria, nuestra vida es una constante entrega, sólo buscamos la gloria del Señor.
- De Judas a Matías. Marcos 3:13-19; Hechos 1:15-26
Judas fue uno de los 12 escogidos del Señor. Los llamó apóstoles, aunque hubieron otros que caminaron con Él desde el principio, 12 fueron los cercanos. Sólo Judas no era de Galilea, él era de Judea; manejaba los recursos, era un hombre de confianza. La traición no fue un asunto que ocurrió en ese momento, pero fue fruto de su manera de pensar y de vivir. Ésta fue un constante sufrimiento en la vida de nuestro Señor, de la cual nunca se quejó. Tanto era su cariño con él, que en el día de la última cena, le dio un bocado de honra. Esta era una costumbre en su cultura: mojar el pan y darle al que se sentaba a su lado derecho, era una cuestión de honra. Pero, en este bocado, entró, dice la Escritura, Satanás. La pregunta que debemos responder es cómo es posible que la honra se convierta en traición; es claro que cuando esto ocurrió la muerte tomó la vida de Judás. Dice Hechos 1:20 que su habitación quedó desierta y que otro debía tomar su oficio. Pedro se está refiriendo al Salmo 69, donde encontramos una descripción del carácter de este hombre. Veamos primero el significado de su nombre: Iscariote significa el hombre de “Queriot”, que era un lugar de Edom, un lugar de los enemigos de Dios. Edom es un nombre para Esaú, hermano de Jacob. La palabra dice a Jacob amé, pero a Esaú aborrecí; porque en él había algo que era aborrecible al Señor. Entonces Judas era un hombre mezclado, de un lado estaba la naturaleza edomita, y del otro la de Dios. Timoteo también era un hombre mezclado. De un lado estaba la fe de su madre y de su abuela, y del otro la de su padre que era griego; él fue circuncidado y este asunto fue tratado. Por el fruto vemos que esto nunca fue tratado en la vida de Judas.
El Salmo 69:4 dice que este hombre aborrecía sin causa al Señor, y le culpaba de haberle robado. Seguramente que la naturaleza edomita en Judas reclamaba porque el Señor le estaba robando su libertinaje, y él abrió las puertas para la traición. El día que la mujer pecó (Génesis 3), la sentencia que Dios había dado era ineludible: “el día que de él comieres (pecado de desobediencia), ciertamente morirás”. Aquel día hubo una transformación genética que destruyó la naturaleza de Dios, e introdujo la muerte en un ser eterno (el hombre). A partir de aquel día todo ser que nace, lo hace muerto, solamente entra en el proceso de decadencia; así son las consecuencias del pecado. Como la poderosa naturaleza de Dios ha venido a nuestras vidas, así también las aritimañas del diablo nos llevan a apagar la vida de Dios. Jesús dijo que la tradición invalida la Palabra de Dios. Si sólo pensamos cuán poderosa es la Palabra, la cual, por ejemplo, es reponsable de toda la creación, entenderemos cuán dañina es la tradición que puede invalidarla. Hay cosas que pueden apagar la naturaleza que hemos recibido de lo alto. Efesios 4:22 dice, en la traducción antigua, que las conversaciones de la carne corrompen y nos llevan a la lujuria. Colosenses 3 nos exhorta a dejar el viejo hombre con sus hechos, a hacer morir toda lujuria, y toda costumbre que la alimenta; todo esto naturalmente es sólo en Su gracia, y por el poder de la cruz. Este viejo hombre está en nosotros, y debemos sacárnoslo como quien se quita un traje viejo, sucio, maloliente, corrompído, podrido, lleno de enfermedad y muerte; y debemos vestirnos del otro, limpio, puro, incontaminado, lleno de vida, sanidad, y paz.
Somos como Judas, mezclados, debemos decidir cada día cómo y a qué morir, y como vivir, y este debe ser nuestro clamor.
El Salmo 69 dice que Judas aborrecía sin causa a nuestro amado Dios. Amós 1:11 dice que Edom, que es Esaú, que es la naturaleza heredada de Judas: “ …persiguío a espada a su hermano, violó todo afecto natural, le robo siempre, y perpetuamente ha guardado el rencor”. Este odio, este rencor no tratado, no acallado, llevaron a Judas a buscar la muerte de Jesús, descendiente de Jacob (a quien Esaú aborreció), el inocente Cordero sin mancha ni arruga, ni cosa semejante. Judas oyó el resentimiento de sus generaciones pasadas que estaban en su corazón, la vana manera de vivir; por esto necesitamos que el hacha esté a la raiz de todos nuestros árboles que no dan fruto. El Salmo 69:14 dice que Judas era como un lodo que lo quería sumergir en el resentimiento al Señor, que sus aguas oscuras eran muy profundas; en el vrs. 15 ora para que estas aguas no lo aneguen, para que no lo trague el abismo, ni el pozo cierre sobre sí su boca. La Biblia dice que nuestro enemigo viene como inundación de agua, pero Dios levanta a nuestro favor Su bandera. El vrs. 21 dice que Judas le dio hiel por comida, y en su ser le dio a beber vinagre. Judas estaba lleno de resentimiento todo el tiempo, e inclusive, dice el Salmo, que se emborrachaba y hablaba mal de Jesús. Esta es la naturaleza de Edom, esta es nuestra naturaleza. Cada día debemos aprender a oír la naturaleza de Dios y cerrar nuestros oídos a la naturaleza de Edom.
Cuando Daniel fue llevado cautivo, era un joven de aproximadamente 17 años, y el rey de Babilonia quiso que oyera sus palabras, aprenda su idioma y coma su comida. Es así este mundo, quiere que aprendamos su idioma y que comamos su comida, que viene a través de los medios de comunicación. Somos un pueblo que tiene la libertad de escoger; por eso debemos aprender a escoger la Palabra del Señor y no nuestra vieja naturaleza.
Romanos 8 dice que si pensamos en las cosas de la carne, vamos a morir, pero si pensamos en las cosas del Espíritu vamos a tener vida y paz; porque el pensamiento de la carne es enemistad contra Dios, y no puede sujetarse ni agradar a Dios. Dejemos pues la naturaleza edomita y abracemos la naturaleza de Dios.

PALABRA PARA EL 2011 Carlos Nanetti

Mateo 19:16-30; 20:1-16
Jesús llama al jóven rico a seguirlo. Éste se va triste porque tenía muchas posesiones. Pedro le pregunta a Jesús que recompensa tendrán ellos, pues han dejado todo y le han seguido. Jesús le responde, y después concluye así: “Pero muchos primeros serán postreros, y postreros, primeros.” Para explicar esto, les da una enseñanza sobre el reino de Dios que se asemeja a un padre de familia que contrata obreros para su viña. Al concluir esta enseñanza, vuelve a repetir: “Así, los primeros serán postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.”
Si leemos con cuidado la enseñanza sobre el padre de familia y la viña, veremos que Dios no recompensa por las horas de servicio o por la calidad de servicio, sino por la “FIDELIDAD A LA OPORTUNIDAD”. Los obreros contratados a la hora undécima, cuando el hombre de la viña les preguntó por qué estaban ahí todo el día desocupados; ellos contestaron, “Porque nadie nos ha contratado”; es decir no hemos tenido la “oportunidad” de trabajo.
Dios envía la oportunidad a nuestra vida. Estos obreros RESPONDIERON a la oportunidad, por eso recibieron la misma recompensa. Esto es lo que agrada a Dios.
Si hay un hombre que tiene la oportunidad de predicar a miles y miles de personas, a multitutes, pero hay una mujer que vive en las montañas toda su vida, y nunca vio ni estuvo en una ciudad, y cuida a 2 ó 3 niños. Los dos tienen algo que Dios les dio para hacer. Ambos serán recompensados si han sido fieles. Cada cual en su llamado.
El padre de familia salió temprano en la mañana, esto es al romper el alba, a las 6 de la mañana; la hora tercera se refiere a las 9 de la mañana; la sexta y novena, a las 12 y 3 de la tarde; y la hora undécima a las 5 de la tarde. Faltaba una hora para terminar la jornada de trabajo.



¿No estamos en esa hora? ¿No es esta la hora undécima? ¿No están muchos en la plaza con azadones (así era como esperaban para ser contratados), listos, esperando la oportunidad para trabajar en la viña del Señor? Muchos serán llamados en esta hora, y la recompensa será la misma porque fueron fieles a la oportunidad que les dio el Señor.
Esta hora Dios seguirá llamando a muchos, esa es la muestra de Su misericordia. Respondamos al Señor, trabajemos en Su viña.
Sí el padre de familia hubiera pagado primero a los primeros contratados, ellos hubieran recibido su denario y se hubieran ido, y no hubieran visto la paga a los demás. Pero primero se pagó a los postreros, y así los primeros pudieron ver “la injusticia”. Esto fue así “para que por medio de la murmuración sea exhibida la lección”. Y también sea revelado su corazón envidioso y la bondad de Dios.
Con esta enseñanza, Jesús les dijo a Pedro y a los otros discípulos, que ya lo estaban siguiendo por 3 años, que si ese jóven lo seguía en ese momento, tendría la misma recompensa que ellos.

PROFECIA 2011

Es un año que Dios va a hacer una transición, como de Saúl a David, como de Israel a la tribu de Leví, como de Leví a los hijos de Sadoc. Él está dejando los sistemas eclesiásticos y se está moviendo al remanente. Es un año de una intersección, donde se cruzan nuestras decisiones con el Señorío; no vamos a poder vivir nuestra vida y la de Él al mismo tiempo. Es el día del justo en que la luz de la aurora irá en aumento hasta que el día sea perfecto, delante de nuestros ojos las tinieblas van a huir, los hombres van a mirar a la Iglesia como nunca antes, los grandes ministerios hechos por los hombres van a secarse... Es un año de mucho fruto, Dios va a dar señales en la tierra y en los cielos, la nación va a cambiar de rumbo, Dios va a defender Sus ligaduras, la educación en Bolivia va a ser honrada, Bolivia va a ser un ejemplo, la Iglesia que ande con Dios va a ser el referente, lo pequeño va a ser levantado, lo grande allanado, hombres mujeres y niños que van a ser honrados, va a ser conocida la humillad del justo, la santidad se va a levantar, es inicio del fin del fin, es el día de los hijos, de los huíos, la Presencia va a pedirte tu decisión... Las riquezas de los impíos irán a manos de los justos...
Es una transición como la que pidió Jesús al rico, es el fin del camino como conocemos, es el día del poder de Dios, de los que se ofrecen voluntariamente, es día de un viaje sin retorno, es año de perderlo todo y ganar Su vida en abundancia, es el fin de una vida tibia, es día de la total dependencia a la soberanía del Altísimo, es día que los que conocen la vida de resurrección vivan por Su gracia, es año en que Dios nos va a ceñir y nos va a llevar a donde no queramos ir, Dios ya no va a intentar hacer volver a sus hijos de la farándula, y se va manifestar en las varas escondidas, " Y aconteció que el día siguiente vino Moisés al tabernáculo del testimonio; y he aquí que la vara de Aarón de la casa de Leví había reverdecido, y echado flores, y arrojado renuevos, y producido almendras."
Los huérfanos van a venir en búsqueda de la presencia manifiesta como nunca antes, Dios va a caminar con el humilde claramente, nunca antes se ha visto este nivel de manifestación, personas van a morir porque continúan en Su pecado, va a soplar un viento de arrepentimiento y una convicción de pecado como nunca, los tibios van a ser sacudidos del árbol, el fruto del árbol de la vida va a comenzar a manifestarse como nunca antes, Dios se va a hacer real y personas van a entrar en la dimensión espiritual, a la habitación del trono, Dios va a caminar sólo con Su remanente escondido, se verá la heredad restaurada, nuestros hijos serán enseñados por Él como nunca, los niños van a manifestar el reino como nunca, Dios va a usar a los pequeños como nunca, recién vamos a entender dejad a los niños venir a Mí...