20 de Noviembre de 2012 14:29 |
Lea esto cuidadosamente. Es una descripción impactante y objetiva de
la situación actual, pero es también la profecía del futuro de Europa -
¿o deberíamos ya denominarla Eurabia?
El escritor, un periodista italiano de Il Foglio, escribe una columna
bisemanal para Arutz Sheva. Es autor del libro "Una nueva Shoah", que
investigó las historias personales de las víctimas del terrorismo de
Israel, editado por Encounter. Sus escritos aparecen en publicaciones
tales como Wall Street Journal, Frontpage y Commentary. Está trabajando
en un libro sobre el Vaticano e Israel.
El líder de Hamas, Khaled Mashaal, mantiene su residencia en Qatar al
tiempo que los talibanes abrieron la primera representación en un país
extranjero en su capital, Doha.
Un viento de odio que emana del pequeño emirato islámico está
soplando sobre Europa, un viento acompañado de un océano de dinero
venenoso, sangriento, empapado en petróleo - procedentes de la península
en el golfo Pérsico que hoy es el país más rico del mundo.
Poco a poco, Qatar está comprando los activos de Europa.
Qatar, sin siquiera un mínimo de habla francesa, acaba de unirse a la
"Organización Internacional de la Comunidad Francófona" como miembro
asociado. El objetivo de Qatar es claro: cambiar y manipular la cultura
francesa. Un ejemplo: la Escuela Voltaire en Doha prohibió un libro
religioso que abordaba el cristianismo en la Edad Media.
El Emir de Qatar, Sheikh Hamad bin Khalifa al-Thani, que ha cultivado
la imagen de un reformista pro-occidental, se comprometió a "no
escatimar esfuerzos" para difundir las enseñanzas del Islam wahabí a
través de "todo el mundo". En diciembre pasado, el Emir qatarí inauguró
en Doha la mezquita "Imán Muhammad Ibn Abdul Wahhab", dedicada al
fundador de la escuela de religión islámica más virulenta, antisemita y
totalitaria.
El pulpo de Qatar está trabajando en tres frentes: el derrocamiento
de regímenes árabes despóticos para sustituirlos por países basados en
la sharía; destruir a Israel financiando grupos terroristas (el Emir
acaba de visitar Gaza); e islamizando el continente europeo a través de
mezquitas e inversiones.
En Alemania, la Autoridad de Inversiones de Qatar es propietaria del
17 por ciento de Volkswagen, del 10 por ciento de Porsche y del 9 por
ciento del gigante de la construcción Hochtief.
En Italia, por mencionar sólo una empresa bien conocida, Qatar acaba
de comprar la empresa de moda Valentino, mientras que el propietario del
AC Milan, Silvio Berlusconi, está dispuesto a vender la estación
generadora al Emir del Estado de Qatar.
En el Reino Unido, los musulmanes de Qatar son dueños de gran parte
del distrito financiero de Canary Wharf en Londres. Qatar también posee
el 20 por ciento de la Bolsa de Valores de Londres.
Qatar ha invertido en el club de fútbol Paris St. Germain y es un
inversionista en el grupo petrolero francés Total, así como en la Shell
británica.
Qatar financió el 95% de la torre Shard de Londres, el rascacielos más alto de Europa.
En Cannes, el Emir compró un hotel famoso por albergar a celebridades
durante el festival de cine, y también está pensando en comprar un
símbolo judío como el Hotel Les Trois Rois en Basilea, Suiza, escenario
del icónico retrato de Theodor Herzl.
Qatar también ha comprado, por 300 millones de euros, el edificio que alberga parte de la Embajada de EE. UU. en París.
Qatar anunció el pasado mes de febrero, cuando Nicolas Sarkozy aun
era el Presidente de Francia, que estaba dispuesto a gastar 65 millones
de dólares en las “banlieues” francesas, los suburbios donde vive la
gran mayoría de los seis millones de musulmanes en Francia. Luego Qatar
duplicó la cantidad a 100 millones de euros, en lo que el periódico de
la extrema izquierda francesa Libération describió como un "un
apoderamiento qatari de las “banlieues".
Otro periódico, Le Figaro, al ver la escritura en la pared
(escribiendo un cheque ?) publicó recientemente un artículo titulado:
"¿Se convertirá Francia en una república islámica?".
El Qatar rico en petróleo podría invertir hasta 10.000 millones de
euros en grandes empresas francesas, anunció esta semana el embajador
del país del Golfo en Francia, Mohamed Al-Kuwari Jaham,
En Suiza, donde Qatar es de gran importancia para la economía,
empresas famosas como Swatch, Tissot y Victorinox han eliminado la cruz
de la bandera suiza de muchos anuncios, especialmente en países árabes y
asiáticos (para no ofender a los musulmanes).
En muchos casos la cruz sobre fondo rojo, símbolo de identidad de los
cantones suizos, ha sido sustituida por las palabras "Swiss Made".
Victorinox, el famoso fabricante de cuchillos, sustituyó la cruz con la
letra "V". Swatch justificó el retiro diciendo que "en los países
musulmanes no se permite mostrar la cruz en público".
En España, Qatar canaliza sus donaciones a través de la Liga Islámica
para el Diálogo y la Convivencia, un grupo vinculado a la Hermandad
Musulmana en Siria y que controla el Centro Cultural Islámico Catalán.
Qatar acaba de pagar 450.000 dólares para renovar este centro con sede
en Barcelona.
En Italia, el emir de Qatar está financiando la construcción de
muchas mega-mezquitas mientras que, en Irlanda, Qatar acaba de donar
800.000 euros para construir una mega-mezquita en Cork.
Las donaciones también contribuyeron a asegurarle un lugar a Qatar en
el Comité Mundial de Patrimonio de Unesco, utilizado por los palestinos
para avanzar en su agenda de “Judenrein” en Judea y Samaria.
Qatar también tiene un ambicioso proyecto para construir una
mega-mezquita y un instituto islámico en Munich, Alemania, con los
cuales "se construiría un puente entre el Islam y Europa". Munich -
donde el Papa Joseph Ratzinger fue arzobispo de 1977 a 1981 - es la
ciudad en la que la Hermandad Musulmana ha ganado el control de la
mayoría de las mezquitas y del Islam activo en Alemania y en Europa.
El Consejo Europeo para la Fatwa y la Investigación, a cargo del imán Yusuf al Qaradawi, tiene su sede en Doha, Qatar.
Qatar es un bastión del antisemitismo, el que da la vuelta al mundo
junto con las inversiones. Un programa de televisión qatarí, basado en
un libro del difunto escritor palestino Ghassan Kanafani, muestra a una
sobreviviente del Holocausto que recurre a la prostitución y afirma que
los nazis no hicieron nada malo. Se la ve diciendo "No he visto ninguna
cámara de gas". Un actor, que representa al ex primer ministro israelí
Menachem Begin, exhorta a los judíos a asesinar civiles árabes.
Qatar también es sede de varias conferencias que demonizan a los judíos.
En su intervención en la reciente Conferencia Internacional para la
Defensa de Jerusalén en Doha, el presidente de la Autoridad Palestina,
Mahmoud Abbas, dijo que "las fuerzas israelíes de ocupación están
utilizando los medios más desagradables y más peligrosos para
implementar sus planes de borrar y eliminar el carácter árabe-islámico y
cristiano de Jerusalén oriental”. El propósito de la conferencia, hecha
bajo los auspicios del Comité Islamo-Cristiano de Palestina, es luchar
contra la "judaización de Jerusalén".
En los sermones de los viernes en Doha, los judíos son llamados "parásitos". Volvemos a la época de los nazis.
Con su flujo imperial de dinero y con ideología, el antiguo
protectorado británico de Qatar está desalentando la integración
musulmana en Europa con el fin de dominarla mejor, fomentando el
antisemitismo y la separación cultural e impulsando activamente la yihad
contra el Estado de Israel.
El rumbo de Qatar es muy práctico: convencer a Europa que el
verdadero nombre de Jerusalén es Al Quds, que el Corán reemplazó a la
Biblia y que el Monte del Templo judío es sólo una conspiración.
El apuntar a la destrucción de Israel permite a Europa, el nuevo
mercenario de Qatar, liberarse de su propia identidad y la memoria de su
complicidad con el Holocausto que la acompañan.
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lunes, 26 de noviembre de 2012
Qatar y su estrategia para convertir Europa en Eurabia
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