miércoles, 14 de julio de 2010

PREDICA SOBRE LA GRACIA (Parte VIII) – Julio 10, 2010

Pastor Carlos Nanetti

1. Los gentiles somos incluidos como pueblo de Dios sólo por Su gracia

Romanos 11:24 El olivo silvestre es inservible, no tiene ninguna cualidad utilizable para el hombre. Éramos olivos silvestres y, por Su gracia, bondad y amor, hemos sido injertados en el bueno olivo. Podemos disfrutar de Su vida, y tener acceso a todas Sus promesas, y a todo Su poder soberano, pero debemos ser responsables con la gracia.

Mateo 1:1-15 La genealogía de Jesús tiene personajes especiales. Uno pensaría que su genealogía es una de reyes con personas santas y separadas. Evidentemente, pero están los que de ninguna manera fueron santos, y además hay cinco mujeres especiales: Tamar (cometió incesto con Judá), Rahab (prostituta de Jericó que ocultó a Josué y Caleb), Rut (extranjera, moabita que se casó con Booz), Betsabé (mujer de Urías, adúltera que se desposó con el rey David y engendraron a Salomón) y María (virgen y pura, madre de Jesús). Cinco es número de gracia, pero también habla de la responsabilidad que tiene que cumplir el hombre delante la gracia.

El linaje del Señor incluye mujeres israelitas y gentiles. En naciones como Jericó, la depravación y las enfermedades venéreas eran extremas. Cómo habrá sido Rahab, la bisabuela de David, que fue una prostituta cananea en Jericó, lugar maldecido por Dios a perpetuidad, una nación extremadamente pervertida. Rut, abuela de David, era una moabita, su origen fue el incesto de Lot. Estaba prohibida la inclusión de Moab en medio del pueblo de Israel, Betsabé y Tamar cometieron pecados muy serios. Por gracia, estas mujeres que eran enemigas de Dios (pecadoras y/o extranjeras) fueron restauradas e injertadas en el pueblo de Dios, en el linaje del Mesías.

1 Corintios 5:1-5 La Iglesia de Corinto estaba en tal estado de corrupción que alguno tenía la mujer de su padre. Pablo entrega a Satanás su vida para destrucción de la carne. El espíritu de esta persona nacida de nuevo será sin duda salvo en el día del Señor Jesús. Pero, su cuerpo fue entregado a Satanás para destrucción de la carne. Por ejemplo, en la historia de Israel, Dios cortó con severidad las generaciones de los reyes Ocozías??, Joas.. y Amasías?? porque …..Joram el padre de Ocozías se casó con la hija de Jezabel lo que corrompió esta generaciones. (Jezabel era hija de Et-baal rey de los sidonios; ella fue y sirvió a Baal y lo adoró, mato a los profetas del Señor y fue una bruja despiadada). Otro caso es el de Joacim, un israelita colocado como rey por faraón el rey de Egipto que entonces dominaba la región y que buscaba su beneficio en esta designación. Por otro lado, Dios restaura e injerta como su pueblo a mujeres (Tamar, Rahab, Rut, Betsabé) pecadoras perdidas y/o extranjeras.

2. Requerimos tener una permanente conciencia de gratitud a Dios por la gracia que nos es concedida

Pablo dice que por la gracia y compasión de Dios, y la severidad para con Israel, los gentiles hemos sido injertados como su pueblo. Como Iglesia, como comunidad, como hijos de Dios, debemos vivir en constante gratitud al Señor porque nosotros estábamos destinados a la condenación eterna, por ser enemigos de Dios y no ser parte de pueblo que tenía las promesas, pero, Dios ha desgajado al pueblo de Israel y nos ha incluido a nosotros gentiles.

Debemos tener una conciencia de gratitud constante a Dios porque nosotros no éramos merecedores y estábamos sin Dios en el mundo, y tampoco éramos su pueblo. No solamente Dios nos ha salvado, sino que además nos ha hecho parte de su vida y pueblo. Entre los israelitas, Juan el Bautista es el mayor de los profetas del Antiguo Testamento porque anunció y vio a Jesús. Jesús dice que el más pequeño de nosotros es mayor que Juan Bautista (Lc.7:28) esto porque Él mora entre nosotros.

Sólo por gracia y misericordia, Dios ha cambiado nuestro destino eterno porque estábamos destinados a la condenación eterna.

Necesitamos tener conciencia de lo valioso que tenemos. No entendemos lo que éramos y lo que tenemos ahora. Ester, una muchacha judía sin identidad, proveniente de un pueblo cautivo, ¿qué futuro tenía en medio del imperio medo persa No tenía derecho de ser parte del pueblo donde estaba cautiva. Cuando fue escogida y llevada a la casa del rey, no dijo en ningún momento que era judía porque inmediatamente habría sido sacada de entre las elegidas. Y esta muchachita, que no sabía qué destino iba a tener, por la gracia de Dios de pronto fue elevada como reina en medio de las naciones de la tierra.

¿Qué pensaba José cuando estaba en Egipto sirviendo a Potifar y después en la cárcel? ¿Qué esperanza tenía en Egipto? Ninguna. En un instante, por su gracia Dios lo hizo gobernador de todo Egipto. Por lo menos José y Ester eran judíos y, por lo tanto, parte del pueblo de Dios. Como israelitas podían pedir la compasión de Dios. Pero, nosotros, ¿qué mérito o derecho teníamos? Ninguno. El único derecho era la condenación eterna. Por linaje estábamos perdidos.

Dios que es Dios de linaje, nos ha incluido en el linaje eterno. Debemos vivir agradecidos al Señor y no tomar en poco lo que tenemos y somos sólo por la gracia y misericordia de Dios.

3. Requerimos valorar en todo momento la gracia que nos es concedida de manera inmerecida

Estábamos sin Dios en el mundo, éramos gentiles. Él no solamente nos ha dado salvación, sino que además nos ha hecho miembros de su Casa. Por su gracia, nos ha dado mucho más de lo que Israel tenía antes de Cristo. Nos ha dado mucho más de lo que tenían profetas como Moisés o Elías, o reyes como David. Nos ha hecho uno con el que se sienta en el trono. Por su gracia, somos hijos de Dios, vamos a ser parte de eternidad, vamos a administrar las riquezas del Rey. Nos ha hecho su morada, nos ha dado revelación del Hijo jamás dada a ser humano. Por eso Pablo dice: “les ruego por las misericordias de Dios”.

La naturaleza humana es no valorar lo que tiene. Por ejemplo, una persona rica que tiene todo lo que desea, no valora lo que tiene. Así somos los seres humanos, hasta que perdemos algo/alguien y recién nos damos cuenta de lo que/a quién teníamos. Lo que tenemos de Dios es lo mejor que ningún ser humano pueda imaginarse. Ninguno de nosotros lo merecía y lo tenemos por gracia y misericordia de Dios. Entonces, debemos aprender a tener conciencia de:

• Lo eterno que Dios nos va a dar aquel día si somos buenos administradores
• Lo eterno que tenemos en nosotros aquí y ahora. Venir a la Casa del Señor es un privilegio. En otros países es prohibido ser cristianos bajo riesgo de cárcel y muerte. ¡Qué libertad que tenemos nosotros para practicar nuestra fe ¡(libertad de culto, innumerables radioemisoras y programas de televisión cristianos, disponibilidad de material y música cristiana, etc.)!

Romanos 9:10-18 Uno desprecia porque no valora. Esaú, cazador fuerte, tenía como debilidad el hambre. Su hermano Jacob, un comerciante audaz y astuto, lo engañó y se quedó con su primogenitura. ¿Por qué aborreció Dios a Esaú? Porque despreció (no valoró) la primogenitura y fue capaz de ponerla al nivel de su estómago. Esaú no valoró el regalo que Dios le había dado, porque un primogénito no hace nada para ganar la primogenitura.

¿Cuánto valoramos la gracia que hemos recibido? ¿Seríamos capaces de ofrendar la vida por la gracia recibida? Dios nos da gracia pero nos prueba. Jacob valoraba la bendición y la gracia. Aunque engañó para recibir la primogenitura, Dios lo amó y lo sujetó a un trato para que cumpla su propósito.

Cómo habrá valorado Rahab el tener descendencia que sea parte del pueblo de Dios. Cómo habrá valorado Rut la moabita el ser parte del pueblo de Dios que decidió seguir a su suegra judía. Jesús se admiraba de los gentiles porque valoraban lo que tenía Israel, más que el mismo Israel. Por eso es que Jesús lloró y lamentó sobre Jerusalén porque los judíos no valoraron la venida del Hijo de Dios. La gracia es algo que necesitamos valorar en todo momento.

No te olvides de dónde fuiste quitado. No hay nada comparable a poder tener acceso y comunión con Él. Esto es posible sólo por su gracia.

Cualquier dia Dios va a irrumpir en su Iglesia en la faz de la tierra. Él nos está preparando, alistando, trabajando con nosotros. No hemos visto nada verdaderamente de la gloria de Dios. ¿Y si ese día tu no estás participando por no valorar lo que tienes?

La gracia es algo que debemos valorar de tal manera que debemos luchar por obtenerla y retenerla. No recibamos en vano la gracia.

4. ¿Qué evita que alcances la gracia?

4.1 La falta de arrepentimiento y santidad te aleja de la gracia

Hebreos 12:12-14 Sigan la paz con todos, y la santidad, sin la cual nadie verá al Señor. No se trata de verle cuando vayas “al cielo”, sino verle en tu circunstancia diaria. Si hoy día haces algo que a Dios no le agrada y no te arrepientes, ese día Dios no anda contigo y te va mal. Todos tropezamos y caemos. Si pecas, tienes que arrepentirte y confesar lo más pronto posible. Sin la santidad nadie verá al Señor.

El Señor nos ha dejado una oración para volverte cada día a Él de todo corazón y clamarle diciendo: “no me dejes caer en tentación y líbrame del mal”. Si no clamas para no caer en tentación, seguro que vas a caer. Es necesario clamar cada día porque no sabes cuándo puedes caer en tentación y dejar de alcanzar la gracia. Por eso la Palabra dice: “el que piensa estar firme, mire que no caiga” (1 Corintios 10:12). Gracia es de gracia. Puede alcanzarnos o nosotros podemos dejar de alcanzarla.

4.2 La raíz de amargura que contamina evita que recibas la gracia

Hebreos 12:15-17 Como Dios sabe que nosotros podemos fallar y echar a perder tanto de valor eterno, nos ha acortado los años de nuestros días. ¿Qué hubiese sido de nosotros lidiando 800 años con esta carne? Debemos valorar lo que tenemos de tal manera porque, si no, alguna raíz de amargura no te va a permitir alcanzar la gracia y va a contaminar a muchos.

Debemos luchar contra la amargura. Es tan fácil que entre la amargura en ti porque Dios ha trabajado en tu vida y te ha hecho tierra fértil y cualquier semilla que entre a ti va a crecer. Por ejemplo, en la tierra fértil de Santa Cruz pueden crecer fácilmente espinos o árboles frutales. Cuidado con la raíz de amargura. Una raíz no aparece de pronto. Una semilla entra, es regada y comienza a crecer hasta que se vuelve una raíz. El Señor nos ha dejado esta advertencia sobre la raíz de amargura porque Él sabe cómo somos. Fácilmente puede entrar en nosotros un problema y convertirse en una raíz de amargura. Esto es algo con lo que necesitamos lidiar.

El fornicario al que se refiere el versículo 16 es Rubén, primogénito de Jacob, que durmió con Bilha, la concubina de su padre (Génesis 35:22 y Génesis 49:3-4). El profano es Esaú que negoció su primogenitura por un plato de lentejas. Ambos perdieron la primogenitura y en ambos se ve obrar a la raíz de amargura. Rubén mato por su amargura a todos los hombres de una de las ciudades cananeas, poniendo en peligro la vida de la simiente santa. Esaú estaba lleno de amargura porque no pudo heredar la bendición que fue tomada por su hermano Jacob. Cuando Esaú “procuró” restaurar lo que vendió, mejor dicho despreció lo hizo con lágrimas, en el griego significa que su exclamación fue llena de amargura, no de arrepentimiento, fue más bien con el deseo de matar a su hermano por el engaño. Jacob tuvo que escapar por muchos años de Esaú. Cuando regresó, lo hizo con miedo porque sabía el nivel de resentimiento de Esaú por haberle negociado su primogenitura.

Deuteronomio 29:18 Como la amargura contamina, crece de varón/mujer a familia/tribu. La amargura es como la hiel y ajenjo, doblemente amargado. Es terrible cuando la amargura y el odio entran al corazón del hombre.

Cuidado que la amargura te evite alcanzar la gracia. Por eso, Él nos ha enseñado que debemos orar cada día y perdonar incondicionalmente cualquier ofensa. Una noche sin perdón incondicional puede traerte muchos problemas el dia de mañana. “No dejen que el sol se ponga sobre su enojo” significa que podemos enojarnos, pero no pecar. Dios trata de guardarnos de la amargura ya que ésta evita que recibamos la gracia.

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